Ante el creciente interés por
el conjunto de prácticas comerciales desarrolladas bajo el concepto de marketing directo,
tanto en el terreno de la comunicación,
como en el ámbito de la distribución comercial,
motivado por su creciente desarrollo en
el panorama general de marketing, se aprecia la existencia de múltiples
definiciones. Sin embargo, cada una de ellas analiza esta realidad comercial
desde perspectivas parciales. Así, se aprecian definiciones que sesgan el
concepto de marketing directo potenciando sus elementos comunicativos y otras
que destacan, principalmente sus aspectos transaccionales.
Las altas cuotas de desarrollo alcanzadas
por el ser humano hasta la fecha están produciendo que los cambios en
las actividades que éste desarrolla sean cada vez más rápidos y acelerados.
Ante este continuo devenir de nuevas situaciones y posibilidades, el individuo y la empresa deben
poner en marcha mecanismos de adaptación y flexibilidad, los cuales sólo pueden
desarrollarse por medio de un mejor y mayor conocimiento,
obtenido a través de la información.
Sin embargo, resulta paradójico que frente a este
frenesí evolutivo se sigan conservando, casi intactos, los principios esenciales
de la relación comercial: la supervivencia del individuo y la empresa,
y la maximización de beneficios.
En este contexto, tan cambiante en la forma y tan
estable en el fondo, están tomando posiciones cada vez más relevantes prácticas
comerciales que hasta ahora habían ocupado puestos marginales en el panorama
comercial mundial. Una de estas prácticas comerciales se conoce con el nombre
de marketing directo.
Una de las primeras y más importantes dificultades
que encuentra toda persona interesada
en el estudio del marketing directo se refiere a la falta de consenso
acerca de su definición conceptual y su naturaleza.
La mayoría de los profesionales de marketing tienen una idea equivocada o parcial de
su significado e importancia. Según Vargas Sánchez (1989; 83-100) el problema
radica en que "nadie sabe, aciencia cierta,
que es el marketing directo".
Las posibles causas de esta confusión
terminológica-conceptual son:
·
El
marketing directo es una herramienta estratégica del marketing que
implica la relación directa e interactiva entre la empresa y el cliente.
De ello se deriva el hecho de que bajo este concepto se agrupan actividades
comerciales que se podrían denominar tradicionales (Venta personal, venta por
correo) y actividades comerciales que aprovechan los nuevos avances en las
Tecnologías de la Información (Venta por ordenador, televenta, telemarketing,
etc.). De esta disparidad de actividades puede manar cierta confusión al estar
todas ellas, tradicionales y nuevas, bajo un mismo concepto.
·
El
marketing directo es un instrumento de marketing novedoso (Sánchez Guzmán,
1995; 600). Aunque incluya actividades tradicionales, su uso estratégico,
basado en las bases de datos,
es relativamente nuevo en el panorama del marketing general. La falta de
madurez de esta disciplina y
la falta de conocimiento de los profesionales que la emplean puede ser causa
importante de esta falta de claridad conceptual.
·
Predomina
un aprovecha- miento puntual y limitado de esta forma de marketing. Esto es
consecuencia de que para realizar acciones estratégicas
de marketing directo es necesario tener una cierta infraestructura en la
captación, manejo y explotación de la información, y hasta hace poco tiempo eran
pocas las empresas que
poseían dicha infraestructura. Por ello muchas empresas han realizado campañas
promocionales utilizando elementos de marketing directo (por ejemplo mailings o
telemarketing de emisión de llamadas, etc.) sin tener bases de
datos propias actualizadas, que fueran el origen de esas
acciones comerciales. La falta de infraestructura ha impedido que muchos
profesionales conozcan plenamente lo que el marketing directo significa y
exista una mentalidad que considera sólo el aspecto táctico del marketing
directo: "... y no se dan cuenta que es una nueva manera de entender el
marketing y la
comunicación" (Guardia, 1991; 18) .
En definitiva, se impone comenzar el análisis del
marketing directo en España,
realizando un intento de aportar luz en
esta confusión terminológico-conceptual, ya que la importancia que este
fenómeno esta adquiriendo en la actualidad, y su proyección futura, aconsejan
empezar su estudio por el principio, por su base. Clarificar delimitar y pulir
el concepto facilitará la comprensión de este sistema de pensamiento y acción que
es el marketing directo.
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